Baldosas Flojas Radio Italia (A.M. 1620) – Julio de 2010 | ||
Nada impide caminar con Blues Motel | ||
Gabriel Diaz, cantante de Blues Motel, habló con Baldosas Flojas y nos
confirmó que el décimo disco estará para Octubre, además un ping pong
con Adrian Herrera, guitarrista de la banda, mientras espera
ansiosamente Siglo Desastre. Frío en la cuidad pero nada impide el ensayo, los tiempos se alargan para poder grabar y editar el décimo disco que se llamará Siglo Desastre; pero las ganas y ansias por tocar están fuertes. Así va Blues Motel, sabiendo que nada será igual, a la hora de volverlo hacer en la chata con alcohol en las venas o con pastillas, manteniendo la calma en el atardecer de la casa de piedra o simplemente esperando desde el árbol calmar las ansiedades. Sobre cuándo saldrá el décimo disco de la banda, Gabriel Diaz dice “Va en camino, si bien no son los tiempo que esperábamos, está quedando; se está atrasando por que Mariano Esain, nuestro Ingeniero, Sonidista y Productor esta con mucho trabajo, con su banda Valle de Muñecas y con su trío junto a Flopa y Minimal”. A la hora de comparar Siglo Desastre con un jugador de fútbol, el cantante afirma “El burrito Ortega, porque es un clásico, en su mejor etapa, que es ahora, por que esta es su mejor etapa, con todo lo que representa un jugador de futbol, es una estrella y una persona común al mismo tiempo, con sus éxitos, su vida, su fama, su gloria, sus caos, sus problemas, los pozos y las oscuridades que tenemos todos , con eso compararía este disco de Blues Motel”. Casualidad o no el diez del mes diez saldrá el disco diez de Blues Motel, que lleva más de veinte años de carrera, muchos recitales y anécdotas. A la hora de elegir una el cantante de la banda se acordó: ”Fue hace mucho en un lugar que quedaba en Congreso y el dueño era Chaban, se llamaba Die Shule, nosotros estábamos pasados de alcohol y de otras cosas, mi guitarra yamaha negra estaba en un pie , en unos de los temas me tiro frente a la batería y empujo la guitarra para atrás, cayó un metro y medio en lo camarines, cuando la fui a agarrar estaba hecha mierda, me dije qué pelotudo, todavía estoy arrepentido, y la marca de la batalla está aun en la guitarra, aunque ahora tengo otra”. PING PONG CON ADRIÁN HERRERA Qué palabras se pueden comparar con tocar delante de público que sepa y cante los temas? Satisfaction… Quiere decir que lo que sacaste de adentro tuyo le llegó a alguien, le tocó alguna fibra íntima. Incluso es buenísimo cuando no terminas de cerrar del todo las ideas en una letra, y cada uno acomoda ahí su historia personal. Ensayar es igual a.... Pasarla bien. El peor error que tuvieron en un recital... Salir a tocar en “ese” estado… Grabar es como comer.... …en un Tenedor Libre. Agarrás el plato vacío y vas poniendo un poco de esto, otro poco de aquello, mezclás cosas diferentes: ponés un toque de comida china al lado de una porción de lomo a la pimienta… y de repente se llenó el plato con un mix de colores y sabores que nunca pensaste que podían convivir juntos! Cuánto costó tener el primer instrumento y cuánto el último? El primero, un canje por un autoestéreo. Y el último…, vino Ariel en un cumpleaños con la guitarra Ibanez Iceman: “Feliz Cumpleaños! Pagué la primer cuota, vos pagas el resto! Si fueran fans de Blues Motel que pedirían de la banda? Que nunca dejen de grabar nuevos discos y que sigan cambiando siempre! Lo más cómodo y lo más molesto de grabar un disco... Todo comodidad a partir de que empezas a grabar y muy molesto toda la previa, que se hizo eterna especialmente esta última vez. Y más molesto, una vez que arrancaste, los días en que no hay sesión de grabación, y ves que pasa el tiempo y no avanzas… El tema que escuchan y no pueden creer que tocan... No sé… disfruto mucho tocar “Como un Perro”, y un tema que siempre soñé tocar y lo hicimos es “100 Years Ago”. El sueño aun vigente de Blues Motel… El de seguir. AMOR EN EL BLUES MOTEL El viernes 30 de Junio de 2000 no era un día frio, aunque yo sentía que mi cuerpo necesitaba quien me abrigue, pero no lo tenía, aunque horas después lo encontraría gracias a mi banda favorita. Después de una jornada laboral matutina, me tiré a dormir una siesta para después ir a la cancha, sufrir por la derrota de mi equipo que quedó fuera de la lucha por el torneo cuando faltaban dos fechas para la finalización del mismo. Dudé si seguir mi gira nocturna o irme a dormir, no me sentía del todo bien de ánimo, pero la música y Blues Motel siempre pudieron más que cualquier bajón. Así fue que a la hora 24, después de tomarme un café en la estación de servicio de Independencia y Estados Unidos digerí la derrota futbolística y entré a Cemento que prometía un homenaje a Brian Jones a cargo de Blues Motel. De a poquito la gente entraba al lugar, yo me senté en la escalerita que daba a la entrada del escenario, donde había una puerta de chapa, arriba mío estaba sentada ella, sola, la miré pero no me animaba a nada. El tiempo pasaba, la gente iba hacia las vallas del escenario, mientras se escuchaba un disco de Pappo; sentí ganas de fumar y prendí un cigarrillo, de reojo miro para arriba y le ofrezco uno a ella que con cara de pocos amigos me dice que no. Por fiaca me quedo en el lugar, queriendo que me tragara la tierra, el tiempo seguía pasando, mi cabeza seguía pensado, la gente entraba; en una de esas ella mira el reloj, por inercia le pregunto que hora es me dice 1:30hs y bosteza le digo: Siempre empiezan tarde no? , con resignación me contesta y de a poco empezamos una charla donde el eje central fue la música las bandas que escuchamos e íbamos a ver, que por “casualidad”, eran las mismas. Empezaron a tocar las bandas soportes y nosotros nos fuimos rumbo a donde estaba la barra para charlar aunque sin tomar nada, así seguimos hasta que subió Bluesmo al escenario. Mientras tocaban cada uno estaba separado y disfrutaba el recital, en un momento apareció un muchacho y se le puso a hablar, ella para alejarlo, viene y me pide que me quede cerca, aprovecho y la abrazo, después le doy un beso en el cachete y me mira mal de reojo, otra vez quería que me tragara la tierra. El recital seguía, yo decido jugar mis últimas fichas y con decisión le doy otro beso en el cachete, la reacción fue positiva y logro un beso en la boca; nadie más nos podía separar. En marzo de 2010 nos casamos después de 10 años de noviazgo, recitales, rocanrol, periodismo y abogacía; ya tengo quien me abrigue, no duermo solo y ahora sé que los sueños se pueden alcanzar gracias a la música. Darío Gunsberg |
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