Rock.com.ar – 22 de Junio de 2009
 
Blues Motel: "Tenemos el sueño de tocar en un estadio"
 
  La banda de Tigre -zona norte del conurbano bonaerense- cumplió veinte años de trayectoria y siempre se movieron en forma independiente. A lo largo del camino recorrido cumplieron, entre otros, el objetivo de grabar ¡tres discos en un año! Lejos de conformarse, aspiran a más. Como dice un viejo tema de la banda: “Aún queda algo por hacer”.

Faltan pocos minutos para subir a las tablas de La Trastienda y más allá de la calma de Gabriel Díaz (voz, guitarra acústica y armónica) y Adrián Herrera (guitarra y coros) para responder a cada una de las preguntas dentro del camarín, a través de sus rostros queda evidenciada una ansiedad asombrosa que tendría un músico principiante antes de dar su primer show. Muchos se preguntarán como harán para mantener esa frescura que caracteriza a los jóvenes rockeros. Mientras busco una respuesta, vuelvo al sorprenderme al ver como el cantante además de poder con dos instrumentos a la vez arriba del escenario, puede ser entrevistado con total seriedad mientras busca sortear el frío de sus manos tocando un par de acordes con la acústica

-En la actualidad existen bandas que tienen poca trayectoria y sin embargo tienen gran convocatoria y prensa. Ustedes que han cumplido 20 años ¿sienten falta de reconocimiento?

Gabriel: Todo es relativo a la difusión que tenga la banda. A nosotros nos tocó, por el camino que elegimos, tener poca difusión y manejarnos solamente con lo que tengamos al alcance. Los grupos que tienen contrato tienen más llegada a través de la radio. La diferencia está ahí. Además hay bandas que no tienen nuestra trayectoria pero siguen sonando bien.

-¿Entonces dónde está la clave?

Gabriel: La clave de la masividad está en la difusión por la radio. Es solamente eso. Después en la cancha se ven los pingos. Nosotros tenemos la suerte de que ya nos respetan por nuestra trayectoria y por la calidad de música que hacemos.

-Hay bandas que mueven mucha gente y no son buenas arriba del escenario.

Adrián: Eso no tiene nada que ver con la cantidad de gente que puedan llevar. Evidentemente, hay propuestas que a determinadas compañías le resultan más rentables que otras. Las bandas llegan a un techo de determinada cantidad de público y lo que dispara a que se llene un estadio o lugar más grande es la difusión de la que hablaba Gabriel. Por ahí la compañía no elige de acuerdo a cómo toca la banda, sino que buscan lo que pueda vender. Lo que les sea más rentable.

-Ustedes arrancaron con un sello conocido como fue DBN, con quienes editaron el primer disco.

Adrián: Era más que nada una distribuidora.

-¿Ahora siguen de forma independiente?

Gabriel: Si, porque estuvimos en ese sello-distribuidora y en el momento de decidir no pusieron la plata. Nosotros habíamos llenado un teatro para la presentación del segundo disco (Mientras las guitarras suenen) y pensamos que iban a responder de otra manera. Entonces nos fuimos y seguimos independientes, no por una decisión rígida, sino porque se fue dando así.

Adrián: En ese momento para sacar un disco y tener la distribución del mismo, era necesario firmar con una distribuidora o un sello. Ahora es más fácil producir de manera independiente. Para editar el primer trabajo quizás deberíamos haber esperado más tiempo, haberlo pensarlo mejor o esperado otra propuesta, pero tuvimos el ofrecimiento de esta compañía para sacarlo y eso implicaba un salto grande para la banda. Después no se hizo el trabajo que se tenía que hacer y nosotros lo suplantamos tocando mucho para lograr la difusión de esa manera.

-Al ser independientes y tener más roce con la movida del rock under, ¿Cómo creen que afectó al género la tragedia de Cromañón?

Gabriel: Los que más sufrieron fueron las bandas chicas. Nosotros nos arreglamos con este tipo de lugares como la Trastienda o El Teatro, que no tenían posibilidad de ser clausurados. En ese sentido, creo que no nos afectó ya que seguimos tocando en sitios que estaban habilitados. Igual fue una cuestión de un año, año y medio. Después todo se volvió a equilibrar, y volvieron a surgir lugares chicos más seguros tanto para las bandas como para la gente.

-Blues Motel es una de las pocas bandas consagradas que sigue en contacto con la escena under sin olvidarse de sus orígenes.

Adrián: Muchos chicos que tienen bandas nos escriben para tocar con nosotros, y siempre que tenemos la posibilidad de invitarlos en alguna fecha que organizamos por nuestra cuenta les damos una mano. El tema de Cromañón fue un golpe, pero siempre se buscan caminos alternativos, y como decía Adrián, las bandas de a poco se fueron acomodando de nuevo.

-¿Sienten que muchas de las bandas que ahora mueven multitudes parecen haberse olvidado del under?

Adrián: No siempre. Existen bandas como La 25 y La Renga que invitan a bandas chicas. Inclusive la primera organizó una vez antes de tocar en Ferro un festival con todas bandas chicas.

-¿Qué balance hacen después de estos 20 años de trayectoria? ¿Qué experiencias les quedaron?

Adrián: Que hayan pasado 20 años (risas)

Gabriel: Eso ya es una buena experiencia.

Adrián: Además quedan millones de anécdotas, que uno las tiene presentes como si hubiesen sido ayer.

Gabriel: También el hecho de haber tocado por todos lados. En lugares chicos y grandes. Si bien nunca tocamos en Obras ni en River, en el resto de los festivales siempre estuvimos.

Adrián: Conocimos lugares, viajamos al interior. Cuando empezamos jugando a tener una banda siempre se sueñan muchas cosas. Después con el tiempo, muchos de esos sueños se cumplieron y estuvo buenísimo.

-El hecho de haber grabado tres discos en un mismo año (2006) también debe ser algo que marca la historia de la banda.

Gabriel: Sí, es una experiencia que nos marcó.

-¿Cómo surgió el proyecto?

Gabriel: Surgió a fines del año anterior a la grabación. Fue una idea novedosa, un incentivo, como algo que nos motive. Lo bueno es que lo pudimos hacer.

- Las influencias de toda banda siempre quedan a la vista. Lo difícil es adquirir un estilo propio. ¿Cuándo sintieron que lo lograron?

Adrián: A partir del segundo disco ya se nota el estilo de la banda. Igualmente creo que este surge a partir de una combinación de cada vez más influencias. Nosotros somos seis y cada uno escucha cosas distintas. De acuerdo a lo que cada músico le va agregando a un tema se va construyendo a la identidad de cada banda, sin salirse del rock, pero teniendo una personalidad y estilo propios.

-¿Están preparando un nuevo disco?

Gabriel: Estamos preparando y ensayando los nuevos temas para arrancar con la grabación lo antes posible. Es el primer disco que vamos a hacer con la producción total de Mariano Esaín (sonidista de la banda e ingeniero de grabación de los últimos discos).

-A diferencia de los discos anteriores ¿de qué se va a encargar Mariano?

Gabriel: Será el que elija los temas y se va a encargar de dar ideas sobre los timbres y melodías de las voces, de la estructura de las canciones y de que instrumentos se pueden usar o agregar.

Adrián: Para nosotros es uno más de la banda. Tenemos los mismos gustos musicales y ha estado con nosotros en toda la última etapa. Creemos que esta buena su participación porque es una visión desde fuera pero hasta ahí. Es alguien en quien confiamos a la hora de grabar.

-¿No sienten que pierden un poco de esa independencia?

Adrián: No. Siempre nos opusimos totalmente a que venga un productor de afuera. Pero en este caso es distinto porque él es uno más de nosotros aunque no toque ningún instrumento. Sabe qué es lo que queremos y qué podemos dar, y puede darle una vuelta de tuerca a lo que nosotros estamos buscando.

¿Cuándo estará en la calle?

Adrián: Calculamos que para septiembre. Va a ser el décimo disco de la banda.

-Mirando a futuro, ¿cuáles son las expectativas que tienen?

Gabriel: Seguir grabando y tocando. Los sueños que nos faltan cumplir es tocar en lugares más grandes y llegar a más gente. Seguramente lo vamos a lograr en poco tiempo.

Autor: Juan Ignacio Viñuela
 
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