Memoria de un Inquieto - Enero 2006 | ||
Blues Motel: Patrimonio Nacional | ||
Con Casi 17 años de carrera “Blues Motel” no para. En sus comienzos lo
emparentaron con los Stones pero después de su tercer disco “Un tajo en
la oreja” la banda de Tigre dejó bien en claro el camino que desea
tomar. Con raíces bien firmes siguen sembrando su poesía en cada uno de sus shows que cada vez son más convocantes. En una nota imperdible con Memoria de un Inquieto hablan de todo, de su pasado, presente y de un futuro lleno de satisfacciones. ¿Qué cosas recuerdan de sus primeros tiempos que han ayudado a la banda a ocupar el lugar que tienen hoy en día? Lo primero que me viene a la mente fue la gira que hicimos a la costa en el ´92. Fue más unas vacaciones con amigos que otra cosa, estábamos de joda pero con la banda. Nos fuimos con un cassetito de demos a tratar de pegar fechas y tocamos veintipico de shows en Enero. Y cuando no teníamos fechas en pubs o balnearios tocábamos con las acústicas en la calle temas de los Stones. Pasábamos la gorra y tirábamos la data de las proximas fechas. Fue toda una experiencia y logramos que nos conociera gente de todos lados. Nosotros somos de Tigre y llevábamos una bocha de gente en Zona Norte pero nos costaba llegar a tocar seguido en el centro, como le pasa a las bandas del interior. Entonces eso nos sirvió para, a la vuelta, alquilar un teatrito en Capital, poner un aviso en el diario, y toda la gente que nos había visto en Gesell lo llenó. Habíamos invitado a la Manager de Durazno de Gala, y si bien ya conocían a la banda, se sorprendieron de la convocatoria y nos propusieron manejarnos. Eso nos hizo dar el salto de poder tocar en el circuito under (Die Schule, Arpegios, etc.) de otra manera, sin tener que vender entradas, ni como soporte de otras bandas. Puede haber sido el primer gran paso que dimos, seguro... Me imagino que con tantos años de carrera hubo muchos sueños que se fueron cumpliendo y muchos que quedaron varados. ¿Se acuerdan de alguno? El primer sueño grande fue grabar un disco. Era algo que en ese momento era muy importante, porque no estaba la escena independiente de ahora. Grabar un CD para una compañía era como empezar a jugar en primera. Hoy cualquier banda graba algo y fabrica mil discos, los lleva a las cuevas o se los da a una Distribuidora para que los meta en Musimundo y tiene su disco editado. Cuando salió "Vol. 1" (1994) la única banda independiente eran Los Redondos. Después todo el under hacía cassetes... tener un disco oficial era ya pasar a otro escalón. Y cuando Trípoli y DBN se interesaron en nosotros para que grabáramos fue tocar el cielo con las manos. Y varados deben haber quedado varios, pero siempre tratamos de ver lo positivo. Obvio que quedaron cosas pendientes, pero muchas pueden cumplirse todavía. Cuando una banda saca un nuevo disco siempre existe la relación de padre e hijo. ¿Se puede decir que "Corazón de Buey" con lo que lleva en la calle ya se independizo o sigue siendo un mantenido? Es así, tal cual como un hijo. Todavía estamos manteniéndolo, lo vamos a mantener mucho tiempo más mientras lo toquemos, incluso cuando haya más discos. Pero como los hijos, enseguida ya tienen vida propia y personalidad y decisiones. El disco, una vez que está en la calle ya se nos escapa. Pasa a ser del que lo escucha, especialmente porque cada uno hace lecturas diferentes, se apropia de cosas que por ahí son distintas a lo que nosotros imaginábamos. Yo puedo escribir una letra pensando en algo particular, pero siempre la gente ubica eso que dice en su contexto, en su vida, y pasa a significar otra cosa. Ahí ya se apropió del tema, hay una parte que no es más nuestra... ¿Que disco le recomendarían a una persona que nunca los escucho? ¿Y por qué? Todas las bandas te van a recomendar el último. Sacando que siempre seguramente es el que está mejor tocado, mejor grabado (porque todo esto es un aprendizaje, cada vez vas haciendo las cosas mejor, cada vez te acercás más a lo que querés lograr), en nuestro caso éste "Corazón de Buey" simplifica todo lo que la banda fue y es actualmente. Tiene cosas que remiten a los primeros discos y tiene una puerta abierta hacia adelante, que lleva al próximo disco que hagamos. Entonces si hay que mostrar uno creo que es éste. Por otro lado, si la persona tiene un prejuicio o idea formada de los que es Blues Motel, le mostraría el tercer disco "Un tajo en la oreja", que es totalmente distinto a lo que se supone que la banda tiene que ser. Un disco casi experimental en el que tratamos de alejarnos de las influencias y de lo que todo el mundo esperaba que teníamos que hacer. Así como los lazos de la banda se van forjando con el correr del tiempo, su lazo con el público debe haber tomado el mismo camino, ¿sienten que su público es el mismo de siempre o constantemente se ven caras nuevas que permanecen con el tiempo? El público fue cambiando en todo este tiempo. Muchos de los que venían en los primeros discos no están más, algunos vienen cada tanto, y todo el tiempo aparecen caras nuevas. Eso está bueno porque significa que la banda está vigente, hay muchos pibes muy chicos que se acercan y mata que se dé eso. Hubo un gran recambio a partir del tercer disco... Ahí desaparecieron los que venían porque cada tanto hacíamos covers de los Stones y quedaron los que estaban de verdad identificados con lo que Blues Motel proponía como banda. La música, la búsqueda en el sonido, las letras o el mensaje que queríamos dar. Todos los discos tienen canciones que jamás ven la luz,¿tienen ustedes algún tema que no sacaron y que se arrepienten de no haberlo editado? Alguno queda todavía, seguro. Pero en el 2002 editamos "Rescate Moebius" que era especialmente un compilado de temas que habían quedado afuera, sobre todo de los dos primeros discos. Temas que la gente conocía porque los habíamos tocado mucho y que siempre buscaban cada vez que hacíamos un disco nuevo. Y generalmente cuando tenés material nuevo, tira siempre más grabar eso porque son los que están más cerca del momento que vivís, lo que escribís en las letras, la música que estás escuchando o como estás tocando en vivo. Y como en el 2001 habíamos editado "Malbec", nuestro cuarto disco pero el primero de manera independiente, y queríamos tener una continuidad de sacar 1 cada año / año y medio, nos sacamos las ganas de grabar estas canciones que tenían un valor emotivo importante para nosotros. Muchas estaban en el primer show que hicimos de Blues Motel, cuando solo teníamos 10 temas... entonces fue un flash verlas volcadas en un disco. Muchas bandas surgen repentinamente y luego así como llegaron desaparecen sin dejar rastro alguno, ¿piensan que es mejor ir escalon por escalon para cuando pase algo grosso poderlo mantener? Sí, sin dudas. La escalera que venimos subiendo nosotros, igual, es bastante larga!... Pero ni hablar que cuando se dé el momento de despegar para otro lado, el grupo va a tener atrás toda una base que solo la conseguís de la manera que lo hicimos nosotros... grabando, editando, tocando mucho. Va a ser un premio al esfuerzo y la dedicación de tantos años. A muchas bandas les llega de golpe y se les hace una carga que a veces no saben llevar. Las bandas siempre están mejorando en su evolución ¿Cuáles son para ustedes los puntos débiles que aun debe mejorar Blues Motel? No sé, yo creo que a nuestro parecer, siempre estamos tratando de evolucionar y mejorar las cosas que vemos que podemos arreglar. Hoy por hoy no tengo un punto que diga: "tenemos que trabajar esto..." Todo el tiempo se dan situaciones que no son las que esperábamos, pero recién ahí es donde vemos la manera de que no se repitan. En estos días estamos viendo material nuevo para grabar otro disco el año que viene y ahí seguramente haremos un balance de como fue "Corazón de Buey" y que podemos mejorar para el próximo. Si tuvieran que hacer un breve balance de este año ¿Qué fue lo más fuerte que vivieron? (que puede ser positivo o no) Fue un año positivo. Pintaba que se iba a complicar y si bien no tocamos como otras veces, preferimos elegir bien los lugares donde hacerlo para que la gente esté segura y vea un buen show. Privilegiamos eso. Y el tocar más espaciado nos permitió preparar mejor cada show, y que fuera bien distinto uno de otro. Revisar temas que teníamos olvidados, reversionar otros. Y la gente lo notó y festejó eso. Por otro lado la convocatoria creció y eso también te da pilas para seguir para adelante. Entrevista: Juan Manuel Rodríguez y Eduardo Montenegro |
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